[Evaluation of research activity by nursing teaching staff].

El Real Decreto 1086/1989 de 28 de agosto, introdujo en el régimen retributivo del profesorado universitario un nuevo concepto destinado a incentivar la actividad investigadora mediante evaluaciones anuales que quedaban encargadas a una comisión evaluadora, la Comisión Nacional De Evaluación De La Actividad Investigadora (CNEAI). La evaluación de la actividad cientı́fica es un proceso reglado en el que los criterios de calidad que sirven de base para la evaluación están establecidos por la Orden Ministerial de 2 de diciembre de 1994 (BOE número 289 de 3 de septiembre). La aplicación de estos criterios se realiza a través de comités asesores y expertos especialistas. Además, con el fin de orientar el proceso la Resolución de 6 de noviembre de 1996 (BOE número 280 de 20 de noviembre) estableció los criterios especı́ficos que deberı́an aplicarse en cada campo de conocimiento quedando éstos pormenorizados en la Resolución de 25 de octubre de 2005(BOE número 266 de 7 de noviembre). Como señala esta resolución, dentro de la tarea general de orientación y actualización de los criterios con los que actúa la CNEAI, un aspecto importante es determinar las condiciones formales que se deben exigir a un medio de difusión de los resultados de la investigación para que pueda esperarse un impacto aceptable de los mismos. En los distintos ámbitos del saber cientı́fico, técnico y social, existen ı́ndices internacionales que ordenan, por grado de difusión, las publicaciones de reconocido prestigio. La CNEAI asume que aparecer en dichos ı́ndices es garantı́a para que los contenidos publicados en dicha revista tengan suficiente calidad. Para las ciencias de la salud la base de datos más frecuentemente utilizada es la Science Citation Index (SCI), elaborada por el Institut for Scientific Information (ISI), que abraca ciencias de la vida, medio ambiente, tecnologı́a, fı́sica, quı́mica y medicina. Pero en el ISI se observan una serie de sesgos de diversa ı́ndole, numéricos, temáticos, geográficos y lingüı́sticos con una influencia directa y muy negativa cuando se emplean con fines evaluativos para algunas disciplinas de ciencias de la salud. El ı́ndice de impacto de las revistas cientı́ficas deberı́a relacionarse directamente, al menos en las áreas determinadas áreas de ciencias de la salud, con la capacidad de difusión y transmisión del conocimiento que tengan entre el colectivo profesional al que va dirigido. La CNEAI según la Resolución de 18 de noviembre de 2009, (BOE número 289 de 1 de diciembre) hace públicos los criterios especı́ficos de evaluación para los distintos campos cientı́ficos, además en su Apéndice I establece los criterios que debe reunir un medio de difusión de la investigación para que lo publicado en el mismo sea reconocido de impacto, y en el Apéndice II se recogen los campos y áreas de conocimiento. Los profesores adscritos al área de enfermerı́a (255) solo podrán evaluar su actividad investigadora dentro del campo 4 de ciencias biomédicas. Este hecho supone un grave problema ya que los criterios de este campo son altamente competitivos respecto a otras áreas pertenecientes a este campo. Tal y como dice la normativa al respecto, con carácter orientador se considera que para obtener una evaluación positiva en las áreas de ciencias biomédicas, tanto básicas como clı́nicas, al menos 2 de dichas aportaciones deben ser artı́culos publicados en revistas de alto impacto entre las recogidas bajo cualquiera de los ARTICLE IN PRESS